¿A qué jugaban nuestros antepasados?

 

Tanto mi abuela como mis padres coinciden en que el juego al que jugaban cuando eran pequeños era la rayuela, un juego muy tradicional en que sólo se necesita una tiza y una piedra como materiales. Asimismo, el número de jugadores no tiene un máximo ni un mínimo sino que según el número de personas que quieran jugar pues se juega y si son demasiados pues se hace una rayuela al lado. 

El juego trata de dibujar con la tiza una serie de cuadrados ordenados por números en el suelo. A continuación, los jugadores se colocan en fila y van tirando uno a uno en el cuadrado número 1. Tras tirar la piedra en el cuadrado número uno, éste tiene que saltar dicho cuadrado y hacer toda la serie de cuadrados utilizando la pata coja (cuando se trata de un único cuadrado) y ambos pies (cuando se trata de dos cuadrados) hasta llegar al final y volver. del mismo modo, si la piedra cae fuera del cuadrado se pierde el turno y si cae en la linea se repite el tiro. 

Por ello, no puedo apreciar ninguna diferencia puesto que ambas generaciones jugaban a lo mismo. Sin embargo, sí que puedo ver claras diferencias en cuanto a los juegos que se juegan ahora. Todo esto es debido al boom tecnológico, puesto que a raíz de la llegada de la tecnología y con ella, los juegos interactivos y digitales,  ha hecho que todo cambie. Los niños y niñas de ahora juegan a videojuegos y ni se imaginan que se puede jugar utilizando únicamente una tiza y una piedra. 

Antiguamente, apenas había recursos por lo que jugaban con los materiales que disponían y pasaban horas en las cales jugando con sus amigos y amigas. Sin embargo, los niños y niñas de ahora no quedan en ningún sitio físico sino que quedan a una hora determinada para conectarse a un juego y pasarse horas tras una pantalla mientras están sentados sin hacer ningún tipo de actividad física. 

Es mucho más cómodo no tener que moverse, ver efectos especiales, ver la puntuación y el niel al que llegas y no cansarte físicamente que salir a la calle con el calor o el frío que hace a sudar y cansarse. Toda esta mentalidad es la que desgraciadamente tienen los niños y niñas de hoy en día y es por esto por lo que muchos juegos a los que jugaban nuestros antepasados hayan desaparecido. 

La pelota valenciana ha ido perdiendo importancia con el paso de los tiempos llegando a desaparecer para muchos niños y niñas. Esto puede ser porque no se ha adaptado a las tiempos modernos y además, en los centros educativos apenas se le da importancia. 

Sí que es cierto que es muy difícil adaptarse a os tiempos modernos de una manera completa ya que esta disciplina tiene que mantener su esencia de utilizar la mano como raqueta y por ello, en mi opinión, no cambiaría las modalidades ya hechas sino que añadiría nuevas adaptadas a los intereses de hoy en día para que volviera a ganar la repercusión que llegó a tener años atrás.